En éste se contempla la posibilidad de renegociar las condiciones, e incluso hasta eliminar total o parcialmente las obligaciones de pagos pendientes.
Se trata de una vía de escape efectiva para superar una situación económica difícil generada por las deudas excesivas.
En nuestro artículo te explicamos detalladamente cómo funciona la Ley de Segunda Oportunidad y qué requisitos se establecen para poder iniciar el proceso.
¿En qué Consiste la Ley de Segunda Oportunidad?
Se trata de un mecanismo que permite a una persona cancelar sus deudas por Ley, debido a que, por circunstancias ajenas a su voluntad no tiene la capacidad de hacer frente al pago.
En España disponemos de la Ley Concursal y la Ley de Segunda Oportunidad. Está regulada en la Ley 25/2015, de 28 de julio, de mecanismo de segunda oportunidad, reducción de la carga financiera y más medidas de orden social.
Está a disposición de particulares y autónomos, ayudándoles a superar una situación económica complicada. Por lo tanto, cumplen una doble función: social y de efectividad del cobro.
Emplea diferentes instrumentos como la negociación de nuevas condiciones con los acreedores y, como última medida, lograr la cancelación de las deudas.
Las personas o empresas que necesiten acogerse en la Ley de Segunda Oportunidad deben cumplir con diferentes requisitos. Entre éstos se establece la actuación de buena fe.
¿Qué Personas o Empresas pueden Acogerse a la Ley?
Los beneficiarios directos que tienen posibilidad de solicitar esta eximición de pago son los autónomos, personas físicas, particulares, consumidores en general y familias con problemas de endeudamiento.
En el caso de particulares y autónomos el procedimiento es prácticamente idéntico. La diferencia principal es que para los autónomos se iniciará en la Cámara de Comercio correspondiente o en el Registro Mercantil.
Por otro lado, cuando se trata de particulares, el proceso iniciará ante un notario. Para las empresas, éstas tienen a su disposición el concurso de acreedores.
Este último es un procedimiento mediante el cual se procura que un deudor insolvente logre satisfacer, en la medida de sus posibilidades, a una pluralidad de acreedores.
¿En qué momento se solicita el Concurso de Acreedores?
Por lo general, los jueces se encargan de considerar si se cumplen las condiciones para acceder a este concurso. En estos casos, se toma en consideración la capacidad pecuniaria del deudor.
Así, se establece la imposibilidad del pago por alta de activos y, seguidamente, deberá demostrar que existe buena fe.
Requisitos y Pasos para acogerse en la Ley de Segunda Oportunidad
La normativa sobre reducción de cargas financieras establece las siguientes condiciones a cumplir para poder iniciar el proceso:
Demostrar que no se dispone de patrimonio para enfrentar las deudas o que éste ya ha sido liquidado
La obligación total de las deudas no debe ser superior a los 5 millones de euros
El deudor debe probar que ha actuado de buena fe.
¿Qué Implica Actuar de ‘’Buena Fe’’?
Este es un requisito ineludible en el que el deudor debe probar lo siguiente:
Que ha intentado alcanzar el acuerdo de pagos con los acreedores de forma extrajudicial
Que no ha acudido a la Ley de la Segunda Oportunidad en los últimos 10 años. En otras palabras, que no ha sido exonerado de otras deudas por vía judicial en el período de tiempo mencionado.
No ha sido declarado culpable por insolvencia durante el concurso de acreedores. A esto también se le conoce como ‘’administración desleal’’.
No ha sido condenado por delitos contra Hacienda Pública, falsedad documental, patrimonio, derechos de los trabajadores o de orden socioeconómico. Se tomará en cuenta un período de 10 años.
Que ha intentado pagar los créditos contra la masa y los privilegiados. En este caso, los créditos contra la masa son los originados con posterioridad a la declaración del concurso, es decir, gastos de abogado o notario.
Las hipotecas y deudas con la Agencia Tributaria y la Seguridad Social serán los créditos contra los privilegiados.
Que el deudor acepta ser incluido en el Registro Público Concursal. Esto permitirá que, aquellos acreedores con interés legítimo, averigüen su situación actual
No ha rechazado una oferta de empleo que se considera adecuada a sus capacidades profesionales en los últimos 4 años.
¿Cómo funciona la Ley de Segunda Oportunidad?
Ciertamente, la Ley de Segunda Oportunidad brinda la posibilidad de iniciar de cero con respecto a las deudas.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que el deudor deberá invertir todo su patrimonio en el pago correspondiente.
Una vez se ha liquidado el patrimonio, se pueden introducir dos medidas en función a la situación de cada deudor:
Acuerdo extrajudicial de pagos: Consiste en una renegociación de la deuda con los acreedores.
De esta manera, se busca un acuerdo entre ambas partes que permita al deudor enfrentar una gran parte de la deuda dependiendo de sus posibilidades.
Esto generalmente se lleva a cabo incluyendo quitas y/o esperas para facilitar el pago. El proceso será tutelado por un juez, así como también puede existir la posibilidad de intervención de un mediador concursal para lograr un acuerdo.
Cabe mencionar que, dicho mediador será asignado por el notario mediante el cual se hizo la solicitud de la Ley. En el caso de que el deudor sea un empresario, el Registro Mercantil asignará el mediador.
El objetivo de esta medida es proponer un plan y un calendario de pagos que sea conveniente tanto para los acreedores como para el deudor. El proceso de negociación podrá durar un máximo de 2 meses.
Beneficio de exoneración del pasivo insatisfecho (BEPI): Es la segunda medida aplicada si no se consigue llegar a ningún acuerdo o si éstos son insuficientes.
Se trata de un mecanismo que permitirá al deudor librarse judicialmente de toda o una parte de la deuda.
En este caso, le corresponderá al juez determinar qué porcentaje de la deuda permanecerá y qué porcentaje será exonerado. Incluso, podría exonerarse el 100% de la deuda.
Dicha decisión será tomada por el juez ponderando la situación de ambas partes.
Es importante destacar que existe la posibilidad de que los acreedores soliciten la revocación de este beneficio.
Las causas que pueden generar dicha situación son:
Incumplimiento de los compromisos adquiridos en el plan de pagos por parte del deudor
Si mejora su situación económica y es capaz de hacer frente a los pagos de la deuda
Si se descubre que se ocultó la existencia de bienes, derechos o ingresos
El beneficio de exoneración es una alternativa efectiva que facilita la posibilidad de recurrir a mecanismos como la dación para pago o la dación en pago.
¿Con la Ley de Segunda Oportunidad pueden Cancelarse todas las Deudas?
Es importante tener en cuenta que no todas las deudas se eliminan con esta Ley.
Aquellas que se han contraído con la Seguridad Social y Hacienda, así como las deudas nuevas que se hayan generado, no se contabilizarán.
Igualmente, no se tomarán en cuenta los créditos por alimentos de hijos o de derecho público.
Por lo tanto, el deudor mantendrá dichas obligaciones contraídas en caso de deudas con la Agencia Tributaria y/o divorcio.
Si necesitas más información sobre la Ley de Segunda Oportunida, puedes ponerte en contacto con nuestro despacho de abogados en Tenerife Sur.
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