¿Quién se queda con la casa en un divorcio? Es una de las dudas más frecuentes entre las parejas que deciden ponerle fin a su relación y buscan tomar la decisión más prudente con respecto a uno de los bienes más importantes: La vivienda familiar.
Sabemos que atravesar una separación implica saber qué camino elegir para asegurar nuestro bienestar y el de los hijos (si los hay).
Existen múltiples escenarios cuando se trata de defender el derecho de uno u otro cónyuge a la casa que comparten, así como también influyen diversos factores como la titularidad de la propiedad, la condición económica de las partes y la custodia de los menores.
Por ello, en este artículo te orientaremos paso a paso para que puedas actuar con determinación y cuentes con los argumentos legales necesarios a la hora de debatir acerca de la atribución del uso y disfrute de la vivienda familiar ¡Acompáñanos!
Definición de Vivienda Familiar
Conocer el concepto de vivienda familiar es de suma importancia en estos casos, puesto que en muchos casos pueden existir confusiones si existe más de una vivienda. Por lo general, una de uso habitual y otras que solo se utiliza en vacaciones.
Ahora bien, la que entra en disputa en un proceso de divorcio o separación es la vivienda familiar. Ésta es la que se utiliza como domicilio habitual durante el matrimonio o unión de la pareja.
En otras palabras, es el lugar donde la familia ha convivido con voluntad de permanencia. Esta definición aplica independientemente de que el propietario de la misma sea uno o ambos cónyuges (e incluso terceros).
¿Qué Situación Aplica con las Segundas Viviendas?
En este punto es importante tener en cuenta que, cualquier otra vivienda que no cumpla con las características mencionadas en la definición anterior, no se considera vivienda familiar.
Esto a pesar de que la familia resida en ella una parte del año. Por ejemplo, serán consideradas segundas viviendas la casa del pueblo, el chalé o el apartamento en la plata en el que se disfrutan las temporadas vacacionales.
¿Quién se Queda con la Casa en un Divorcio?
Para tener una idea de quién se queda con la casa en un divorcio es importante tener en cuenta en qué situación nos encontramos durante la separación.
En otras palabras, dependerá de si se trata de un divorcio por mutuo acuerdo o contencioso. De esto justamente te hablaremos en este apartado.
Divorcio por Mutuo Acuerdo
Sí, es posible llevar a cabo un proceso de divorcio y que todos salgan beneficiados. De hecho, este tipo de separación es la mejor opción, pues cuando los cónyuges actúan de buena fe, se logran mejores soluciones.
La principal ventaja en estos casos es que ambas partes pueden pactar en un convenio regulador a cuál de los dos le corresponderá el uso de la vivienda familiar.
Esto se realizará bajo el asesoramiento de un abogado especialista en divorcios y, posteriormente, será presentado junto a la demanda de divorcio de mutuo acuerdo.
Para concretar el procedimiento, el Juez lo revisará y será el responsable de aprobarlo, siempre que se respete el interés superior de los menores (si hay hijos dentro de la pareja).
Divorcio Contencioso
En caso de que los cónyuges no sean capaces de alcanzar un acuerdo sobre quién se quedará con la vivienda luego del divorcio, será necesario iniciar un procedimiento de divorcio contencioso.
Esto implica que se deberá ir a juicio para discutir al respecto en los tribunales. Si se da una situación como esta, será el juez quien decida a cuál de los dos cónyuges se le atribuye el uso y disfrute de la vivienda familiar.
¿Qué sucede si la vivienda familiar es propiedad de uno de los cónyuges?
La titularidad de la vivienda es un aspecto determinante para saber quién se queda con la casa en un divorcio.
A continuación, te planteamos los posibles escenarios dependiendo de si la vivienda familiar es común o de propiedad exclusiva de uno de los cónyuges:
1. Vivienda familiar propiedad de uno de los cónyuges
Puede darse la atribución temporal exclusiva al cónyuge no propietario de la casa si éste es el más necesitado de protección. Esto siempre que el otro tenga la posibilidad de vivir en un domicilio apto.
Atribución exclusiva del uso al cónyuge titular de la propiedad. Esto siempre que el no titular cuente con un lugar de residencia digno.
2. Vivienda familiar de ambos cónyuges
Puede atribuirse el uso del domicilio por periodos alternos y en ese caso los hijos (si los hay) permanecerán siempre en la vivienda familiar.
Puede ocurrir la atribución temporal exclusiva a un solo progenitor, siempre que la situación económica del mismo lo califique como más necesitado de protección. En ese caso, el otro progenitor deberá contar con una vivienda adecuada que le permita convivir con sus hijos (si los hay) durante el periodo que le corresponda.
Separación con Hijos ¿Quién se Queda en Casa?
Cuando existen hijos dentro de la pareja, la atribución del uso de la vivienda familiar dependerá de varios factores. Por lo tanto, a continuación te explicaremos detalladamente qué hacer en cualquiera de los casos:
Cuando hay Hijos Menores de Edad
Si hay hijos menores de edad se atribuirá el uso de la vivienda familiar según el tipo de custodia de los hijos. Te contamos cómo funciona en cada uno:
Régimen de Custodia Monoparental
Si existe una custodia monoparental y no se logra un acuerdo, el uso del domicilio familiar se atribuirá a los hijos y al progenitor custodio (a quien se le concedió la custodia).
También es importante tener en cuenta que, aunque la vivienda familiar sea propiedad exclusiva del progenitor no custodio, su uso se le asignará a los hijos y al custodio.
Esto aplicará incluso cuando la vivienda sea propiedad de una tercera persona. Este tipo de atribución se fundamenta en el interés y protección de los menores.
Régimen de Custodia Compartida
El régimen de custodia compartida de los hijos menores es menos frecuente. En estos casos los hijos permanecen con cada uno de los progenitores por periodos alternos de convivencia.
No obstante, para el supuesto de custodia compartida, el Código Civil no contempla la atribución del uso de la vivienda familiar.
Por lo tanto, si hay una falta de acuerdo entre los progenitores, el Juez será el responsable de resolver la situación atendiendo a las circunstancias concurrentes en cada caso. El interés superior del menor siempre deberá primar a la hora de tomar una decisión.
Régimen de custodia repartida, distributiva o partida
A diferencia de los otros dos tipos de custodia, este es el menos frecuente.
En casos como estos, cabe la posibilidad de repartir la custodia de los hijos entre los progenitores, siempre que concurran causas justificadas. Para ello, se conforman dos grupos familiares: el del padre y los hijos que con él convivan y el de la madre y los hijos que vivan con ella.
Al respecto, el artículo 96 del Código Civil establece que «Cuando algunos de los hijos queden en la compañía de uno de los cónyuges y los restantes en la del otro, la autoridad judicial resolverá lo procedente»
En otras palabras, a falta de acuerdo de los progenitores, el Juez decidirá, según su imparcial y razonable criterio, primando el interés del menor.
La atribución de la vivienda familiar beneficiará al grupo familiar más necesitado de protección. Sin embargo, en caso de que no se acredite lo anterior, se plantean las siguientes alternativas:
División de la vivienda familiar (en caso de que sea susceptible de división)
Uso temporal y rotatorio para cada grupo familiar.
Cuando hay Hijos Mayores de Edad
Según el artículo 96.2 del Código Civil «No habiendo hijos, podrá acordarse que el uso de tales bienes corresponda al cónyuge no titular por el tiempo que prudencialmente se fije siempre que, atendidas las circunstancias, lo hicieran aconsejable y su interés fuera el más necesitado de protección.»
Lo citado en el artículo anterior también aplica cuando solo hayan hijos mayores de edad.
¿Hay consecuencias si me voy de casa antes del divorcio?
Hay muchos casos en los que una pareja decide poner punto y punta a su relación porque no han sido capaces de mantener una convivencia sana a raíz de una situación de crisis.
En casos como estos, suele generarse la necesidad de separarse físicamente y, de hecho, es lo más aconsejable cuando se trata de circunstancias tensas.
Por lo general, a la hora de plantearse la pregunta «¿Quién se queda con la casa en un divorcio?» también nace otra como «¿Si dejo el hogar perderé mis derechos en el divorcio?»
Estas dudas surgen especialmente cuando existen hijos menores en la pareja y existe el temor de que marcharse implique la renuncia a la custodia de los mismos.
La respuesta es bastante clara: No.
Al respecto, el Tribunal Supremo en 2015 señala que la salida de la vivienda familiar de uno de los progenitores no puede suponer la custodia monoparental del otro.
También debes tener en cuenta que, marcharse del domicilio antes de interponer la demanda de divorcio no implicará la pérdida de tus derechos.
¿En un Divorcio Quién se Queda con la Casa Hipotecada?
Hipotecar la casa para poder acceder a una vivienda propia es una alternativa bastante común y viable para muchas parejas.
Ahora, al momento de afrontar un proceso de divorcio y determinar a quién se le atribuirá el uso y disfrute de la casa hipotecada es importante tener en cuenta dos escenarios:
Si la vivienda familiar ha sido comprada e hipotecada por los dos cónyuges, esta pertenece en un 50% a cada uno. Por lo tanto, en ese mismo porcentaje son responsables de pago de la hipoteca de manera individual. Esto independientemente de a quién se le atribuya el uso de la casa.
Si la vivienda ha sido comprada por uno de los cónyuges e hipotecada por ambos, la titularidad sería del que la compra, mientras que la hipoteca correrá a cuenta de cada uno a un 50% luego del divorcio.
No obstante, si luego de la separación, una de las partes se encuentra en una situación desfavorecida y no es capaz de afrontar la hipoteca, es necesario buscar asesoría de abogados expertos en derecho familiar.
Esperamos que tus dudas acerca de quién se queda con la casa en un divorcio hayan quedado resueltas. No obstante, recuerda que si tienes alguna otra pregunta puedes dejárnosla en los comentarios o contactarnos directamente para obtener una solución segura y efectiva.
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