Vivimos en una sociedad en la que la reputación personal y profesional puede verse gravemente afectada con un simple comentario publicado en redes sociales o difundido en medios de comunicación. Las acusaciones falsas, los insultos públicos o los ataques gratuitos no solo pueden dañar la imagen de una persona, sino también afectar su vida laboral, familiar o emocional. Por eso, el ordenamiento jurídico español contempla mecanismos específicos para proteger el derecho al honor frente a conductas como las injurias y las calumnias.
En este artículo vamos a explicarte qué se entiende por delitos contra el honor, cómo se regulan legalmente en España y qué pasos puedes seguir si has sido víctima de este tipo de ataques.
¿Qué son los delitos contra el honor?
El honor es un derecho fundamental protegido por el artículo 18.1 de la Constitución Española, que garantiza la dignidad personal y la reputación frente a ataques injustificados. En el ámbito penal, el ordenamiento jurídico español diferencia claramente entre dos figuras concretas que pueden constituir un delito contra el honor:
- Las calumnias
- Las injurias
Ambas están reguladas en el Código Penal (CP) y tienen consecuencias jurídicas específicas, como veremos más adelante.
Por otro lado, es frecuente que en el lenguaje cotidiano se hable también de “difamación”. Sin embargo, este término no tiene reconocimiento técnico ni definición propia en el Derecho penal español. Lo que comúnmente se llama difamación —es decir, difundir públicamente comentarios que dañan la reputación de una persona— suele encajar, en realidad, en alguno de los dos tipos anteriores: calumnia si se imputa falsamente un delito, o injuria si se lanza un ataque a la dignidad o fama sin base delictiva.
Calumnias: acusar falsamente de un delito
Según el artículo 205 del CP, la calumnia consiste en “la imputación de un delito hecha con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad”. Es decir, cuando alguien acusa a otra persona de haber cometido un delito (por ejemplo, robo, agresión, fraude…) sabiendo que no es cierto, está cometiendo una calumnia.
Por ejemplo, un empresario acusa falsamente a un exsocio de haberle estafado durante una reunión pública. Si esa acusación no es cierta y el empresario lo sabe, estamos ante un delito de calumnia, castigado con pena de multa de seis a doce meses.
Este delito puede agravarse si la acusación se realiza con publicidad, a través de medios de comunicación, redes sociales o en presencia de terceros. En ese caso, se prevé una pena de prisión de seis meses a dos años o multa de doce a veinticuatro meses.
Injurias: atentado a la dignidad personal
Por su parte, el artículo 208 del CP define la injuria como “la acción o expresión que lesionan la dignidad de otra persona, menoscabando su fama o atentando contra su propia estima”.
A diferencia de las calumnias, en las injurias no se atribuye falsamente a una persona la comisión de un delito, sino que se basan en insultos, descalificaciones o humillaciones.
Ahora bien, no toda expresión ofensiva puede considerarse una injuria penalmente relevante. Para que adquieran la condición de delito, las palabras deben alcanzar un determinado nivel de gravedad, lo cual se valora atendiendo al contexto, al canal por el que se difunden y a la finalidad con la que se emiten.
Las injurias están castigadas con una pena de tres a siete meses de multa. Y, como ocurre en el caso de las calumnias, si se hacen públicamente, la pena se agrava: multa de seis a catorce meses.
Por ejemplo, una persona publica en Twitter que otra es “una incompetente, corrupta y peligrosa”, sin fundamento alguno. Si esa afirmación daña su reputación y no se ampara en la libertad de expresión, puede considerarse una injuria grave.
¿Cómo se puede reclamar si alguien ha atentado contra tu honor?
Si has sido víctima de una calumnia o injuria, puedes iniciar acciones legales por la vía penal o la vía civil:
1. Reclamación penal: querella
Los delitos contra el honor requieren querella del ofendido, es decir, no se persiguen de oficio. Lo habitual es presentar una querella ante el juzgado de guardia:
¿Qué debe incluir la querella?
- Identificación del querellante y del querellado.
- Relato detallado de los hechos.
- Pruebas (mensajes, publicaciones, testigos…).
- Petición de diligencias (por ejemplo, declaración del acusado).
Si el juez admite la querella, se abrirá un procedimiento que puede acabar en juicio, con la posibilidad de imponer penas de multa o prisión y, en su caso, con la condena de indemnizar por daños morales.
2. Reclamación civil: acción de protección del honor
Paralelamente o de forma alternativa, puede acudirse a la Ley Orgánica 1/1982, que regula la protección civil del derecho al honor, la intimidad personal y la propia imagen. En este caso, el objetivo es obtener una indemnización por los daños sufridos.
Esta vía permite también reclamar:
- Una indemnización: Según el artículo 9.3 de la citada Ley: “(…) La indemnización se extenderá al daño moral, que se valorará atendiendo a las circunstancias del caso y a la gravedad de la lesión efectivamente producida, para lo que se tendrá en cuenta, en su caso, la difusión o audiencia del medio a través del que se haya producido.”
- La rectificación pública.
- El cese de la publicación o contenido ofensivo.
Por ejemplo, un medio de comunicación difunde una noticia falsa que asocia a una persona con delitos que no ha cometido. Aunque no se quiera acudir a la vía penal, puede solicitarse una rectificación, indemnización y retirada del contenido.
El papel de las redes sociales y medios digitales
Las plataformas digitales han multiplicado los casos de calumnias e injurias, sobre todo en contextos de linchamiento público, bulos o acoso digital. Aunque se realicen en perfiles personales, sus consecuencias pueden ser graves.
El artículo 211 del CP expresa que se entenderá que concurre la circunstancia de publicidad si las calumnias o injurias se difunden a través de medios con amplio alcance (prensa, televisión, redes sociales…), porque el daño a la reputación es mayor.
¿Qué pruebas son necesarias para reclamar por injurias y calumnias?
Para tener éxito en una reclamación por delito contra el honor, es fundamental contar con pruebas sólidas:
- Capturas de pantalla con metadatos.
- Enlaces a publicaciones.
- Testigos presenciales o documentales.
- Informes periciales (en caso de daño reputacional profesional, por ejemplo).
Además, si hay daños económicos derivados (pérdida de contratos, despidos, etc.), pueden reclamarse indemnizaciones que contemplen tales daños.
Conclusión
En conclusión, los delitos contra el honor son mucho más que un problema de ofensas personales: pueden tener consecuencias sociales, laborales y psicológicas devastadoras. Por eso, nuestro ordenamiento jurídico ofrece herramientas claras para que cualquier persona afectada pueda denunciar, exigir la retirada de contenidos y obtener una compensación por los daños causados.
Si consideras que alguien ha atentado contra tu reputación con calumnias o injurias, no dejes pasar el tiempo y defiende tu dignidad ante los tribunales.