¿Qué Reparaciones Son a Cargo del Inquilino? (Y Cuáles No)

Qué reparaciones son a cargo del inquilino es una de esas dudas que tarde o temprano acaban apareciendo. Todo va bien hasta que se rompe algo… y entonces empieza el cruce de mensajes: ¿esto me toca a mí o al propietario?

Lo curioso es que, aunque la ley da algunas pistas, no siempre es tan clara como se espera. Y cuando el contrato tampoco ayuda, es fácil que las cosas se compliquen más de la cuenta.

Si formas parte de un contrato de alquiler, ya sea como inquilino o propietario, te conviene saber hasta dónde llega tu responsabilidad, porque evitar malentendidos no solo es posible, también es más fácil de lo que parece.

Continúa leyendo, que te lo contamos.

¿Qué Arreglos Debe Pagar el Inquilino en un Piso de Alquiler?

Estar en una relación inquilino-arrendador implica asumir ciertas responsabilidades. Una de las más comunes —y que más conflictos suele generar— tiene que ver con las reparaciones: ¿quién debe pagar qué?

La Ley de Arrendamientos Urbanos no ofrece un listado exacto, pero sí establece un criterio bastante claro: las pequeñas reparaciones derivadas del uso habitual de la vivienda corren a cargo del inquilino.

Se entiende que esa persona utiliza la vivienda a diario, y por tanto, debe responsabilizarse del desgaste natural que eso conlleva.

Este tipo de arreglos forman parte del mantenimiento cotidiano, y asumirlos permite que la vivienda siga funcionando con normalidad sin necesidad de acudir constantemente al propietario por cuestiones menores.

Aquí te van algunos ejemplos de este tipo de reparaciones:

  • Cambiar una bombilla que se ha fundido.
  • Sustituir la cuerda de una persiana que se ha roto tras mucho uso.
  • Ajustar una bisagra que empieza a chirriar o se ha descolgado.
  • Reponer una tapa de inodoro agrietada o un cabezal de ducha deteriorado.
  • Volver a sellar una junta del fregadero o de la bañera si se ha desgastado con el uso.

Estos arreglos, aunque puedan parecer menores, son necesarios para que la vivienda funcione bien en el día a día. Por eso, salvo que el contrato diga otra cosa, suelen correr por cuenta del inquilino.

Ahora bien, ¿y qué pasa con las reparaciones más serias, o aquellas que afectan al estado general de la vivienda? Para eso, hay que mirar hacia el otro lado del contrato: el del propietario.

quien paga las reparaciones en un piso de alquiler

¿Qué Reparaciones Debe Asumir el Propietario?

Una vez que se entiende qué arreglos debe asumir quien vive en la vivienda, la siguiente pregunta lógica es: ¿y qué le corresponde al propietario? Esta parte también genera muchas dudas y, en algunos casos, malentendidos que pueden evitarse fácilmente si ambas partes conocen bien sus obligaciones.

Según la Ley de Arrendamientos Urbanos, el arrendador está obligado a mantener la vivienda en condiciones adecuadas de habitabilidad durante toda la duración del contrato. Esto incluye no solo que la vivienda esté en buen estado al inicio del alquiler, sino que continúe así a lo largo del tiempo.

Por tanto, cuando el problema no deriva del uso normal del inquilino, sino de una avería estructural o un desgaste importante del inmueble o sus instalaciones, la responsabilidad es del propietario.

Estos son algunos ejemplos de reparaciones que debería cubrir el propietario:

  • Arreglar una instalación eléctrica que ya venía con fallos o que presenta deficiencias con el tiempo.
  • Reparar humedades, filtraciones o goteras por problemas en la estructura o aislamiento.
  • Sustituir una caldera o aire acondicionado que deja de funcionar por deterioro, no por mal uso.
  • Corregir una fuga en la red de fontanería del inmueble.
  • Cambiar un electrodoméstico incluido en la vivienda (como una lavadora, por ejemplo) si falla por antigüedad o por defecto de fábrica.

Estos arreglos suelen tener algo en común: no están relacionados con el uso cotidiano de quien vive en la vivienda, sino con el estado general del inmueble o con elementos cuya conservación corresponde legalmente al propietario.

Aun así, la línea no siempre es tan clara. De hecho, hay situaciones en las que una misma avería puede generar dudas razonables sobre a quién le toca pagarla. En el siguiente apartado abordaremos esta cuestión.

¿Cómo Diferenciar entre Reparaciones Mayores y Menores?

Hasta aquí puede parecer que todo está claro: pequeñas reparaciones a cargo del inquilino, y las que afectan a la estructura o a la habitabilidad, para el propietario.

Pero en la práctica, muchas veces no es tan sencillo trazar esa línea.

Y es que la ley no define con exactitud qué se considera una “reparación menor” o una “reparación mayor”. Lo que existe es un criterio general basado en el sentido común y en cómo se ha interpretado en la práctica, tanto por profesionales como por los organismos legales.

  • El origen del problema. Si el fallo se debe al uso cotidiano de la vivienda, suele considerarse menor. Si tiene que ver con un fallo en la estructura del edificio, las tuberías empotradas, el sistema eléctrico principal o cualquier elemento que ya estaba instalado antes del inicio del alquiler, normalmente se considera mayor.
  • El tipo de intervención que requiere. No es lo mismo sustituir una bombilla que levantar parte del suelo o intervenir sobre una instalación eléctrica general. Cuanto más compleja sea la reparación, más probable es que se trate de una reparación mayor.
  • El impacto sobre la habitabilidad. Si la avería impide el uso normal de la vivienda (como una fuga importante, una caldera que no funciona o una instalación eléctrica defectuosa), se trata de algo que supera el nivel de mantenimiento básico.
  • El tiempo que lleva la vivienda en uso. El desgaste acumulado por antigüedad también puede ser clave. Un electrodoméstico viejo que deja de funcionar por su propio ciclo de vida, aunque sea usado por el inquilino, no siempre se considera su responsabilidad.

Aunque no hay una norma, evaluar estos factores permite tener una idea bastante aproximada de a quién le corresponde asumir el coste de la reparación.

En cualquier caso, lo ideal es que ambas partes lleguen a un acuerdo claro, y que el contrato de arrendamiento ayude a evitar este tipo de dudas.

obligaciones inquilino reparaciones

¿Y Si No Hay un Acuerdo entre Inquilino y Propietario?

Por mucho que ambas partes conozcan sus responsabilidades, siempre puede surgir una situación en la que no haya acuerdo. Si esto ocurre, lo importante es actuar objetivamente y mantener la calma.

Estos son los pasos que te recomendamos seguir:

  • Comunicación clara y por escrito: Antes que nada, es fundamental informar del problema de manera formal. Puede ser por correo electrónico, pero si sospechas de que puede haber conflicto, mejor utilizar un burofax. Así dejas constancia de lo ocurrido, cuándo se detectó y qué estás solicitando.
  • Revisar el contrato: Aunque no puede contradecir la ley, el contrato puede incluir cláusulas que ayuden a resolver dudas. Es común que recoja detalles sobre el mantenimiento o el estado de entrega de ciertos elementos.
  • No tomar decisiones unilaterales: Ni retener la renta, ni hacer reparaciones por cuenta propia para luego exigir el reembolso, sin haber seguido antes los pasos adecuados. Esto puede volverse en contra si no hay una base legal clara.
  • Buscar asesoramiento profesional: Si el conflicto se alarga o la situación se complica, lo más recomendable es consultar con especialistas. Contar con un abogado de desahucios y alquileres en Tenerife Sur te permite saber exactamente qué puedes exigir, cómo actuar y evitar errores que te perjudiquen.

Si te enfrentas a un conflicto relacionado con reparaciones en una vivienda de alquiler, no lo dejes pasar. Contacta con nuestro despacho y recibe un asesoramiento legal adaptado a tu caso. Estamos para ayudarte.

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